Nuestra historia de tradición y pasión
Hace ya casi un siglo, en Aguadas, un encumbrado y acogedor pueblo del Viejo Caldas en Colombia, se inició en nuestra familia la tradición de elaborar un delicioso postre, con el fin de atender a propios y extraños, locales y forasteros que estaban de paso.
Con una receta celosamente guardada y transmitida por años de generación en generación, es una excelente opción para quien desea disfrutar con familia y amigos de una delicia casera.
Hace 15 años Luz María Mejía, jovial emprendedora Aguadeña radicada en Cali, empezó la historia de un sueño.
Decididos a hacer frente a adversidades económicas, ella junto a su familia se dió a la tarea de continuar esta ancestral tradición de elaborar piononos, que hasta el momento sólo se hacían para amigos y familiares.
Fue así como a base de fé y empeño, encontraron la manera de lograr su cometido dedicando parte de su tiempo a la elaboración de piononos y algunos pasabocas como kibbes, pinchos de pollo y empanadas de distintos sabores.
Aunque no fue tarea fácil, la búsqueda constante de nuevas oportunidades especialmente a través de puntos de venta como cafeterías y restaurantes, hizo que el negocio poco a poco fuera teniendo cada vez mayor acogida.
Es así como hoy usted puede disfrutar de esta deliciosa tradición, algo que empezó como un sueño y hoy es un próspero emprendimiento familiar.
Con una receta celosamente guardada y transmitida por años de generación en generación, es una excelente opción para quien desea disfrutar con familia y amigos de una delicia casera.
Hace 15 años Luz María Mejía, jovial emprendedora Aguadeña radicada en Cali, empezó la historia de un sueño.
Decididos a hacer frente a adversidades económicas, ella junto a su familia se dió a la tarea de continuar esta ancestral tradición de elaborar piononos, que hasta el momento sólo se hacían para amigos y familiares.
Fue así como a base de fé y empeño, encontraron la manera de lograr su cometido dedicando parte de su tiempo a la elaboración de piononos y algunos pasabocas como kibbes, pinchos de pollo y empanadas de distintos sabores.
Aunque no fue tarea fácil, la búsqueda constante de nuevas oportunidades especialmente a través de puntos de venta como cafeterías y restaurantes, hizo que el negocio poco a poco fuera teniendo cada vez mayor acogida.
Es así como hoy usted puede disfrutar de esta deliciosa tradición, algo que empezó como un sueño y hoy es un próspero emprendimiento familiar.